jueves, 16 de abril de 2009

Capitulando


Sí, el verano se acerca tan inevitablemente como un gusano que inicia la construcción de su cápsula del tiempo.
Por más que se esfuerce el ser humano en dejar una huella impactante, la naturaleza se recrea en nuestra desdicha, le falta el respeto a nuestra inteligencia "superior" y encuentra otros caminos, a veces orinocos, y otras tantas reacciones impredecibles.

Todo a nuestro alrededor es cambiante, excepto nosotros ( hay diferentes niveles de cambio)


Crecemos pensando que poseemos una cavidad craneoencefálica inigualable y que ello nos convierte en los reyes de la selva, pero nada más lejos de la realidad (nunca mejor dicho), nuestra inteligencia es virtual, como lo son muchas de nuestras ficciones sociales.
No somos más que monos vestidos de seda.

Eso sí, podemos (y eso algo por lo que nos envidian los gatos) reconocer nuestra imagen en un espejo. Podemos ver y comprender sin utilizar apenas energía. No hace falta hablar para expresarnos. Hemos conseguido captar las imágenes y convertirlas en posesiones. Hemos atrapado momentos inolvidables y los hemos conservado con nosotros toda la vida, no se conoce aún ningún ciervo (excepto Bambi), que haya conseguido llevar un diario de su vida, ni un águila que recuerde lo que comió en su último cumpleaños.

Este blog está dedicado a todos esos momentos, que no son ya más que un suspiro del cortex, una (será por adjetivos y símiles) percepción retiniana que se ha quedado atrapada en el bucle incomprensible que es la vida misma.


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